Presentación In Memoriam Semblanzas
IN MEMORIAM DESDE EL PARAÍSO, LA GLORIA Socorro Barrantes Zurita LA JAULA Afuera hay sol. No es más que un sol pero los hombres lo miran y después cantan.
Yo no sé del sol. Yo sé la melodía del ángel y el sermón caliente del último viento. Sé gritar hasta el alba cuando la muerte se posa desnuda en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre. Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad bailan conmigo. Yo oculto clavos para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol. Yo me visto de cenizas.
Alejandra Pizarnik.
En un poco más de una semana han partido, de pronto, sin aviso, tres notables artistas. Los ha unido el destino, pasando como un rayo acabaron su tiempo. Se clavó la muerte en medio del Arco Iris cercenando deslumbrantes vidas, a su antojo. El templo del Arte celebra la misa de la muerte, con flores negras. El manto azulado, cubre los catafalcos en la noche tempestuosa de llanto y oscuro dolor en el alma de todos los que amaron a estos tres escogidos por la belleza.
MARCO ANTONIO CHRISTIAN LAZO NÚÑEZ
Artista en la cirugía plástica. Sus manos creaban el hilo redentor de las fallas humanas, suturando la armonía, devolviendo la fe al cuerpo. Su corazón estaba en sus manos sanadoras, haciendo el bien a la mujer de clase, que podría retribuir sus honorarios de nueva belleza y, sin cobrar a los niños quemados, a las heridas del fuego de una humilde madre, de un obrero desgastado en heridas, con cariño al familiar que hizo astillas el brazo o al desfallecido rostro. Le encantaba ser feliz, disfrutar del momento, del mar, de las olas en su ser, con los primos que eran sus hermanos para toda circunstancia, especialmente con el primo Gabriel que tanto llora su muerte. Marco, enmarcaba la alegría de la vida, de sentir el sol en pleno pecho, hasta que uno de esos rayos fulgurantes, le cercenó el corazón para siempre.
MAURICIO CASTRO DÁVILA
Con quien Alejandra Pizarnick hermana sus versos, sus escritos, sus desarraigos, sus momentos de tristeza sin par, también sus alegrías. Era un joven escritor, de inquietante género moderno para cantar al existir, al amor, la tristeza, la alegría de la juventud de estos tiempos, tan llena de luces iridiscentes y sombras taciturnas que enloquecen, negando la luminosidad de la noche y la sombra del día. Mauricio ganaba los concursos a los que se presentaba, porque sus versos, su prosa, le salía ardiendo del alma plena, de esos adentros desde donde la ceniza, sale radiante en nuevo faro de inspiración fabulosa. Un joven escritor que alienta la inmensidad literaria de la Patria. Mauricio tu obra sigue…
ABEL VELÁSQUEZ ZAVALETA
Si alguien llora más que nadie en este momento es su Guitarra, a la que le dio voz propia y aliento divino. La descubrió un día en su costado, de donde salió la mujer de consabidas cuerdas, que inspiró sus más bellas melodías. Las más dulces y tremendas caricias de sus manos, que rasgaban sus hilos de arco iris, para en plenitud de éxtasis, melodiaba la armonía al son de los caballos, de las aves, de los dioses, de las montañas andinas, del corazón de su Jakie, de su Niña, de sus besos, de su padre, la familia, los amigos. Cajamarca le adeuda el amor A su grandeza, que da gloria al Perú. Sucre, madre que le dio la tierra bendita y necesaria a sus melodías, abre los brazos generosos, para recibirlo y abrigar su eterno sueño… Cajamarca, 27 de noviembre 2024. |
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