IN MEMORIAN
A mi tía Graciela Cortegana Salazar Guillermo Salazar Pajares Me encuentro sumamente consternado por el deceso de un familiar que me estimó mucho. Hace apenas unas horas, me he enterado del fallecimiento de mi tía Graciela Cortegana Salazar, en la ciudad de Celendín. La conocí el año 1979, cuando viajé a esa ciudad, después de haber concluido mis estudios profesionales en la UNTC. Fui con el propósito de trabajar como profesor en una institución educativa de mucho prestigio de "La ciudad del cielo azul del Edén". Por recomendación de mi madre, fui a conocer a mi tía Graciela, la visité en su domicilio, donde fui recibido por ella con mucho cariño; incluso, hasta me ofreció su casa del Jr. Dos de Mayo para vivir allí. Como quiera que tuve la oportunidad de conseguir trabajo en Cajamarca, opté por regresar; pero, jamás olvidaré el gesto que ella tuvo conmigo, al ofrecerme su ayuda incondicional en un momento que yo lo necesitaba. En oportunidades posteriores, cuando llegábamos a Celendín a cumplir con nuestros compromisos artísticos, mi tía Graciela salía a mi encuentro para invitarme el delicioso chocolate celendino. Qué generosidad y qué desprendimiento de esta gran mujer, siempre la recordaré con mucho cariño. Dios ya la tiene en la Gloria Eterna. Sólo le pido a nuestro Creador, que a sus hijos y demás familiares les dé resignación y fortaleza necesarias, para soportar esta irreparable pérdida. Cajamarca, 26 de setiembre 2023.
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