SANMIGUELINOS RECORDADOS

Esta página está dedicada a la memoria de

Don Alfonso Goicochea Oliva,

quién se acercó al Señor el 03 de mayo del 2003.

Reproducimos el discurso In Memorian,

pronunciado por su hijo Franklin

en las exequias realizadas en el Campo Santo

"Parque del Recuerdo" de Lurín en Lima.

Quedará estampada en el recuerdo la gallarda imagen de aquel jinete que afanoso recorría Alfonso Goicochea Oliva. (1917-2003).los sinuosos caminos carreteros de la querida tierra sanmiguelina, cargado de ilusiones y vituallas para toda la familia.

¡Ya llega don Alfonso!... y con su presencia se encendían las luces del crepúsculo como para iluminar aún más las buenas noticias que siempre nos traía.

Ya los caballos, ya los toros, ya las cargas de comercio, eran su infaltable compañía de aquel trajinar que se traducía en porciones de felicidad, cada vez que culminaba un negocio, una faena, una jornada.

Hombre de éxito, de inmejorables condiciones de creatividad e ingenio. Nos testifican las carreteras que trazó sin ser ingeniero, las redes de agua potable o las exclusas y alcantarillado son sólo las herramientas necesarias y su sed de hacerlo todo…y bien.

La valentía para enfrentarse a aquel oponente ocasional que ofendiera a algún miembro de la familia, más aún si fuese una dama si acaso haya tenido una querella por resolver. Porque el honor de la familia no admitía cortapisas, ni remilgos.

Juez de Paz por muchos años, con el sólo andamiaje de su lucidez mental, su lógica y su innegable manejo de una dialéctica formal basada en una justicia distributiva concordada con su protección al más débil.

De ese padre que aprendimos tempranamente a valorar la vida del campesino tanto como la del hombre encumbrado hombre o mujer de mi tierra, recibimos todos sus hijos enseñanzas imperecederas como la búsqueda constante del éxito, ya que él fue exitoso, la búsqueda del saber, porque era conocedor de la filosofía y de la vida en forma de admoniciones y sentencias que jamás olvidaré.

Galante y enamorado, conquistador y varonil. A su vez empresario taurino para las festividades de San Miguel y San Pablo, los dos pueblos a los cuáles amó hasta el delirio.

No hacen sino confirmar que su vida fue pródiga en oportunidades nunca desperdiciadas para hacer de la amistad la más loable de sus cualidades y aquí están los descendientes de sus amigos para testimoniar que nosotros continuamos esa hermosa relación, por ya más de 50 años.

El tiempo no ha marchitado pues todo lo bueno y noble que hizo por nosotros y su pueblo.

Descansa en paz padre querido.

Franklin Goicochea Cruzado

Lima, 04 de mayo del 2003

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