REALIDAD Y DESAFÍO: LA UNIVERSIDAD Y EL DESARROLLO SOCIO-ECONÓMICO
Presentación Artículos de opinión
Por: Gamaniel Guillermo SILVA RODRÍGUEZ
Economista y educador
La universidad enfrenta un nuevo escenario debido a la globalización de la economía, la competencia entre las empresas por la calidad de la producción y el valor agregado. El desafío de la competitividad involucra a las universidades y empresas, con el apoyo de un Estado eficiente y con la voluntad política y de modernización.
Para esto, las universidades tienen que brindar la excelencia docente y de investigación, previa evaluación y estableciendo vínculos permanentes con todas las empresas. Sobre todo con las pequeñas y medianas empresas (Pymes), las cuales carecen de recursos para afrontar los costos de investigación y desarrollo. Por otro lado, las empresas tienen que ser innovadoras y competitivas, para lo cual se necesita la profesionalización y calificación de los equipos gerenciales y de mano de obra. Así mismo, el Estado, la autoridad pública, tiene que ofrecer las condiciones favorables para reducir la incertidumbre en materia de inversión. Un Estado eficiente y moderno, apoya el desenvolvimiento de las empresas para que resulte factible la realización de proyectos a largo plazo.
Todos estos actores, es decir: universidades, empresas y autoridades públicas tienen que estar convencidos de que sin recursos humanos capacitados, los objetivos para el desarrollo socio-económico, la inserción a la economía globalizada y la equidad social no serán posibles.
En nuestro desordenado país, el establecimiento de una nueva y amplia relación entres estos actores sociales, exige cambios. Las universidades tienen que mejorar su capacidad de formación y de investigación, además de acercarse a la realidad del sector productivo. Las empresas, tienen que mantener una relación directa con las universidades, lo que facilitará reciprocas transformaciones de progreso. Y el Estado, tiene que crear un marco de planificación, organización, dirección y control, tratando de eliminar la excesiva burocracia y abuso administrativo.
Nuestra realidad, sobre todo en la Sierra del Perú es lamentable y todos estos actores sociales recién se están engendrando ya que no se insertan todavía en el contexto macroeconómico estable, ni socialmente equitativo. Un desafío, en que todos deberíamos participar por nuestro bienestar y calidad de vida como personas, ya que nos encontramos en el siglo XXI y no en el comienzo de la era industrial.
G. Guillermo Silva R.
22/05/2015