ELVISA: ¿Una caída más?

 

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Por: Guillermo SILVA RODRÍGUEZ

Economista y Educador

Elvisa, no es la publicidad para el canal de televisión, Televisa. No tiene nada que ver, porque si reflexionamos sobre los programas televisivos peruanos, hay mucho que desear. Muy poco educativos, sin una perspectiva social a una sociedad con calidad de vida y lo único que mantienen es el mal entretenimiento y el estancamiento social y cultural. Es el deshonor y falta de respeto a la persona humana. ¿Esto es lo que queremos? ¿A usted le gusta?

En nuestras vidas, siempre tenemos caídas y por lo que me ha sucedido, me ha dejado entendido que, lo que uno pueda tener hoy, mañana pueda ser que ya no este, aunque todavía esta. Esta caída, es como el “sol peruano” frente al “dólar americano”. En esto, el Banco Central de Reserva, intenta que no se precipite, pero, lo que dicta es el mercado, porque cuando un bien escasea, tiende a costar más, además, por la caída del precio de los metales preciosos. También, es preciso recordar que, menos exportaciones, menos dólares y no solamente por la caída de la Bolsa de Valores de la China, como nos quieren hacer creer.

Cuando hay una caída en lo personal, viene el desconsuelo, la duda, el dolor, el sentimiento de fracaso y finalmente la aceptación. Hasta que llegue el día en que despertemos y volvamos a ser felices. Una estrategia, para soslayar este caso, es el de realizar una labor social. Se me vino a la memoria, cuando viví en Suiza, y de la cual, es necesario mencionar a Los Traperos de Emaús, el cual es un movimiento internacional fundado en Francia  en 1949, por el monje Pierre Abbé, conocido como el Ángel de los Pobres. Están en 37 países y en Perú desde 1957; tienen dos locales, uno en el distrito de Chorrillos y el otro en Comas, en la ciudad de Lima. Ellos, son responsables de la recolección y reciclaje de los objetos que se tiene de sobra en la casa, para después entregárselos a las personas que lo necesitan, a un precio módico. Este movimiento de solidaridad, lucha contra la pobreza y apoya en lo posible en la educación, que tanto necesita nuestro país.

Para finalizar, nos damos cuenta que, con nuestras caídas, siempre nos faltará visión y que lo que tenemos hoy día, al siguiente día puede desaparecer, aunque de la mente, del corazón, jamás. Se tiene que seguir, continuar, reflexionar… porque la vida es así. Pero, ¿Cómo podemos olvidar más rápido? Intento consultarles, a Elvia y a Isabelle (Elvisa): ¿Qué puedo hacer? Elvia, me susurra al oído: ¡levántate y ándate hijito! Es decir, tengo una esperanza…

04/09/2015

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